El dispositivo incluye operador domiciliario durante las 24 horas en la vivienda, todos los días de la semana.  

El funcionamiento de la vivienda busca generar conductas responsables consigo mismo y con terceros, como conductas saludables y de autocuidado.  En este sentido, el operador está al pendiente de los cuidados diarios de los usuarios, asistiéndolos y supervisando 
-según las indicaciones de la psiquiatra y el equipo asistencial- la toma de la medicación, el cumplimiento de las normas de la vivienda y actividades de la vida diaria (frecuencia del baño, alimentación, higiene, horarios, sueño, etc.).  El operador no es “empleado” de un usuario en particular ni personal doméstico o de limpieza.  

Es un requisito básico que los usuarios desarrollen actividades fuera de la vivienda durante el día, ya sean terapéuticas (hospital de día, centro de día, programa de rehabilitación, etc.), de capacitación o recreativas (estudio formal, de educación técnica o especial, actividades deportivas o artísticas, etc.), sociales (visitas a familiares o conocidos, concurrir a espectáculos, etc.) o laborales. Asimismo, pueden adicionarse otras actividades que sean de su interés o motivación.

Los usuarios realizan actividades de convivencia, domésticas y sociales diseñadas para favorecer la estimulación física y cognitiva de los usuarios, logrando así aprendizajes o reaprendizajes de actividades orientadas a alcanzar autonomía y una mejor calidad de vida.

El dispositivo incluye operador domiciliario durante las 24 horas en la vivienda, todos los días de la semana.  

El funcionamiento de la vivienda busca generar conductas responsables consigo mismo y con terceros, como conductas saludables y de autocuidado.  En este sentido, el operador está al pendiente de los cuidados diarios de los usuarios, asistiéndolos y supervisando 
-según las indicaciones de la psiquiatra y el equipo asistencial- la toma de la medicación, el cumplimiento de las normas de la vivienda y actividades de la vida diaria (frecuencia del baño, alimentación, higiene, horarios, sueño, etc.).  El operador no es “empleado” de un usuario en particular ni personal doméstico o de limpieza.

Es un requisito básico que los usuarios desarrollen actividades fuera de la vivienda durante el día, ya sean terapéuticas (hospital de día, centro de día, programa de rehabilitación, etc.), de capacitación o recreativas (estudio formal, de educación técnica o especial, actividades deportivas o artísticas, etc.), sociales (visitas a familiares o conocidos, concurrir a espectáculos, etc.) o laborales. Asimismo, pueden adicionarse otras actividades que sean de su interés o motivación.

Preferentemente, se recomienda que el usuario continúe con el equipo terapéutico. Desde Vivienda Asistida se trabaja la rehabilitación psicosocial y en el día a día de cada usuario, estando en permanente contacto con el equipo terapéutico (psiquiatra y psicólogo) a fin de hacer un seguimiento en conjunto.

Dentro de las viviendas, solo se aceptan AT del equipo. En caso de ser un equipo externo, tiene que ser fuera de las viviendas.

El usuario prepara la medicación en los pastilleros junto a su referente y acorde al plan farmacológico de su médico de cabecera, ya sea medicación psiquiátrica como clínica. El operador es el encargado de administrar la medicación, guardarla en un lugar seguro, prepararla y supervisar la toma por parte del usuario.  

Es fundamental que el usuario conozca cuál es su medicación y respete las indicaciones del operador para la toma. 

La negativa a cumplir con cualquier tipo de tratamiento médico será notificada en forma inmediata al profesional responsable y a la familia, por la vía que estos indiquen, pudiendo de persistir la negativa a cumplir las indicaciones (tanto por no tomar lo indicado o consumir medicamentos sin prescripción) suspenderse la prestación del dispositivo.

Una nutricionista asesora al equipo tratante cuáles son los alimentos recomendados para que los usuarios lleven un plan de alimentación saludable. La dieta es común para todas las viviendas y se modifica periódicamente, siempre respetando los gustos personales a fin de que los usuarios incorporen alimentos de su agrado. 

En caso de que algún usuario tenga que seguir algún plan de alimentación especial (por celiaquía, sobrepeso, diabetes, etc.) se respeta esa dieta específica para el usuario. En las reuniones de convivencia se acuerda la lista de alimentos permitidos y se trabaja sobre aquellos que, por cuestiones médicas, estén contraindicados. 

Las visitas tanto de familiares como de amigos siempre son muy bien recibidas. A fin de respetar los tiempos y evitar interferir en las actividades de los usuarios, se acuerdan los horarios de encuentro. La previa organización de las visitas también ayuda a los usuarios en el aprendizaje de la planificación de actividades personales. 

Para pautar una visita, los familiares se comunican con la Coordinadora Institucional quien chequea con el equipo terapéutico el día y horario conveniente. Las visitas también pueden hacerse fuera de las viviendas, en horarios previamente pautados y con un horario de regreso estipulado.

En los últimos meses implementamos reuniones virtuales con las familias. Paulatinamente se están retomando los encuentros presenciales, implementación mediante de un protocolo que permita cuidar la salud de los usuarios, sus seres queridos y de todo el equipo de Vivienda Asistida

Cada caso se evalúa de forma particular. Si el equipo terapéutico considera que es posible, se gestiona con su referente cómo puede realizarse y se coordina con la familia, asegurando que el usuario continúe con la toma de medicación.

Las salidas del usuario, ya sean recreativas, por actividad o visita médica, son pautadas con su referente de forma anticipada y de acuerdo a un plan de salidas previamente estipulado. Esta información está disponible dentro de la vivienda y comunicada a todo el equipo.

Al momento de salir de la vivienda, el usuario firma una planilla donde se registran los horarios de egreso e ingreso y el motivo/actividad. Si el usuario sale acompañado por un TO, ambos deben firmar este registro.

La administración de dinero por parte de los usuarios depende de cada caso en particular. Hay usuarios que pueden administrar sin inconvenientes el dinero que reciben de parte de su familia, de una jubilación o un sueldo. 

En el caso de los usuarios que necesiten acompañamiento, se brinda el servicio de administración de dinero que el residente o la familia del mismo dejen en la vivienda para gastos personales (comidas extras, cigarrillos, artículos de tocador, etc.), con la consiguiente rendición de cuentas. Esta supervisión es parte del proceso terapéutico, por lo que será importante generar una conducta responsable en la administración del dinero.

Es conveniente que el usuario disponga de un celular sobre todo cuando sale de la vivienda. Desde el dispositivo se controla el acceso a las redes sociales, especialmente en el caso de adolescentes.

Tanto el teléfono de línea como celular de la flota del operador están disponibles para llamadas breves, en especial a familiares y al equipo asistencial.  Estos deben estar acordados previamente con la Coordinación.

Se trabaja especialmente el tema sexualidad para que los usuarios estén al tanto de los riesgos y las medidas de cuidado y precaución. Asimismo, se los acompaña en la búsqueda de espacios, tiempos y formas para que puedan expresarse, encontrarse, interactuar y disponer de intimidad de forma segura.

El ingreso a la vivienda supone la aceptación del compromiso de no consumo y la prohibición del uso de drogas ilícitas incluso en espacios privados tanto dentro como fuera de la vivienda.

Ante la duda sobre el consumo de alcohol, se realizará un control de alcoholemia por medio del aliento o de otras drogas en orina o sangre.  Esto evitará susceptibilidades o desconfianzas.  Si da negativo, generará mayor confianza y pautas claras.  

Es indispensable que el usuario no presente conductas de agresividad o de riesgo para sí o terceros. En el caso de observar conductas violentas o consumo de sustancias prohibidas, se dará aviso inmediato al psiquiatra de cabecera, su familia y si correspondiera al Juzgado y/o policía y hasta nuevo acuerdo no podrá reingresar al dispositivo, autorizando en ese caso tanto al usuario como su familia su traslado a una institución con internación hasta encontrar otra alternativa o acordar nuevamente las condiciones de ingreso al dispositivo.